La Justicia está tras los pasos de una banda de “viudas negras” que fueron acusadas de cometer dos robos en dos semanas. Claro que estos fueron los casos denunciados, ya que hay muchos que no se dan a conocer por ser un delito que afecta al pudor de las víctimas.
Esta es una modalidad delictiva muy antigua. Una mujer seduce a un hombre y le suministra una droga para dormir. Cuando cumplen con ese objetivo, le quitan todas sus pertenencias. En Tucumán hay varios casos que terminaron en condena. Los más conocidos fueron las causas protagonizadas por “María Repollo”, cuya carrera criminal terminó cuando fue procesada por matar a un jubilado. También fueron penadas varias más, pero cobró notoriedad Tamara Yanina Gallardo que recibió dos penas en menos de seis meses.
Pero en esta oportunidad el caso es diferente. Primero, porque se trataría de una organización que está integrada por varias mujeres. Las acusadas se conocen entre ellas y hasta estarían unidas por lazos familiares.
El primer caso
Luciana Micaela y Laura Daniela Díaz fueron acusadas de hurto por un hecho registrado el 6 de octubre. Según la acusación de la auxiliar fiscal Fernanda Antoni Piossek, siguiendo las instrucciones del fiscal Diego López Ávila, acusó a ambas de hurto, delito que es excarcelable.
Según la teoría de la fiscalía, las Díaz conocieron a tres hombres de un boliche de la capital. Después acordaron dirigirse hasta la casa de uno de ellos para seguir con la fiesta. Al despertarse, las víctimas se dieron cuenta que las mujeres se habían marchado del departamento ubicado en Crisóstomo Álvarez al 700. Las acusaron de haberse apoderado de € 4.500, U$S 6.000, cadenas de oro, celulares y perfumes.
Dos damnificados realizaron la denuncia, pero el tercero no. Los investigadores informaron que al despertarse, se subió a su camioneta y luego terminó protagonizando un accidente que sólo arrojó daños materiales.
La primera en ser detenida fue Luciana Díaz. La representante del Ministerio Público solicitó que se le dictara la prisión preventiva. El juez interviniente aceptó parcialmente la medida, ya que ordenó que lo cumpliera bajo la modalidad de arresto domiciliario porque tenía una hija menor de edad a quien atender.
Laura Díaz fue capturada el 21 de octubre y acusada del mismo delito. Antoni Piossek insistió que debía seguir detenida, pero el juez interviniente rechazó el planteo y ordenó que quedara en libertad fijándole una caución de $1 millón. Hoy, por pedido del fiscal López Ávila se hará una nueva audiencia, en esta caso, para agravar la imputación en su contra.
El segundo caso
El domingo 20, dos hombres decidieron terminar la noche en un boliche después de haber participado de un asado con amigos. En el local nocturno conocieron a tres mujeres y de allí se trasladaron al departamento de uno de ellos ubicado en Marcos Paz al 600. Allí siguieron divirtiéndose y consumiendo bebidas alcohólicas. Las víctimas se despertaron al día siguiente y descubrieron que las acusadas se habían llevado joyas de oro y plata, un reloj de oro, varios perfumes importados sin abrir y $600.000 en efectivo.
Por este caso fueron detenidas Laura Díaz (que ya tenía pedido de captura por el primer ataque), Iara Calvet (18) y Georgina Pereyra (25). “Han sido solicitados los exámenes a las víctimas para ver si les suministraron algún elemento que hiciera que se duerman, situación que se vería reflejada en una nueva calificación jurídica”, aseguró el auxiliar fiscal Pablo D’Andrea.
Una "viuda negra" drogó y robó a un grupo de personas que conoció en el bolicheSiguiendo las instrucciones del fiscal Carlos Picón, el representante del Ministerio Público solicitó la prisión preventiva para las tres, pero para Pereyra y Calvet que sea bajo la modalidad de arresto domiciliario por 20 días. El juez Guillermo Taylor aceptó parcialmente el planteo. Confirmó la situación de Díaz y de Pereyra (ambas tienen hijos menores de edad para cuidar) y dejó en libertad a Calvet para que pudiera completar sus estudios, ya que es alumna regular del último año del secundario.
“Es muy incipiente la investigación y el Ministerio Público debe probar el caso”, aseguró Ivana Soledad Astorga, defensora de Pereyra. “Ellas no niegan que hayan estado juntos esa noche, pero otra cosa es afirmar que se apoderaron de joyas, dinero y perfumes. No está acreditado esa circunstancias”, agregó.
Laura Díaz, según confiaron fuentes judiciales, debería afrontar un tercer expediente. En este caso por haber intentado usar una tarjeta de crédito de otra persona. No se descarta que sea un plástico de una víctima que no denunció el hecho.
López Ávila y Picón esperan los resultados de los análisis a los que fueron sometidas las víctimas. Si llegan a encontrar alguna sustancia que haya generado que las víctimas se durmieran, su situación procesal se agravaría.